TERRORISMO EN EUROPA
Autor: Universidad Católica de Pereira
- noviembre 19, 2015
La última semana ha sido muy difícil para los europeos, especialmente para los franceses.
La pregunta que nos estamos haciendo todos, hasta los más desprevenidos es ¿qué ocurre con el mundo?, especialmente cuando las armas y los intereses particulares priman sobre el bien, la respuesta es difícil de encontrar.
Lo primero que tenemos que decir es que visto desde la historia no entendemos ¿por qué este conflicto, qué es ISIS, por qué los países árabes se resisten a la llamada primavera de Oriente Medio, cuáles son los intereses que se mueven en el fondo de lo que se busca?, y algo más difícil, ¿por qué Alá o Dios o Abraham son los que inspiran los actos realizados por hombres entrenados para participar en estos hechos? -según los inmolados con sus
propias bombas que lo hacen en nombre de ellos-.
Todos estos interrogantes no los hemos resuelto, estamos casi al borde de una tercera guerra mundial y no sabemos por qué sucede, por qué tanta zozobra, tanto dolor, tanta muerte, tanta inseguridad y tanta declaratoria de poder y dominio.
Pero más allá de entender o no el fondo de la cuestión, debemos preguntarnos, ¿cómo preparar nuestro corazón para que esto no suceda, qué acciones realizar para que el ser humano entienda hoy y siempre que la vida es sagrada?. Ningún conflicto social, político o económico puede llevar al hombre a la guerra y al sufrimiento como lo hemos vivido siempre y lo estamos viviendo en estos días.
Estoy casi seguro que los intereses son más económicos y de poder que religiosos o éticos, es imposible que hoy como afirmó su Santidad el Papa Francisco “nos estemos matando por un dios, por religión, por una doctrina”.
El mal es seducido precisamente por las fuerzas interiores de un corazón que no es sensible ante el dolor y el sufrimiento de los otros, que se basa sólo en los intereses particulares de riqueza, de dominio, de consumismo, de negarle el derecho a la vida a los niños que apenas están en gestación, de atentar contra la familia natural, de ser tan humanos y terrenales y tan poco espirituales y respetuosos unos de otros.
Es urgente que el ser humano reaccione, que respete la vida en todas sus manifestaciones, es necesario que hoy y siempre reconozcamos humildemente que hemos sido colocados en este mundo por parte de Dios Nuestro Creador para ser felices y hacer felices a los demás, Dios detesta la guerra y la violencia, Él es amor.