Panorama de la actividad confección textil en Risaralda
Autor: Jaime Montoya Ferrer
- enero 18, 2019
Decir que la industria de la confección textil en Pereira tiene cerca de 80 años, no es exageración, a finales de los años 30 se venía dando la transformación de los procesos artesanales en proyectos industriales y se instalaban en Pereira importantes firmas como Jarcano, Félix Carrillo, Camisas Charles, entre otras, que fueron las pioneras y encargadas de crear una cultura de la costura a la que se sumarian nuevos proyectos como Vestidos Gales, que conservó muchos de los sistemas operativos de manufactura simple o artesanal y luego Valher que desarrollará una actividad industrial y con una dinámica de renovación tecnológica que la llevó a ser reconocida a nivel nacional e incursionar en el exigente mercado internacional.
Luego, una etapa de enorme crecimiento, sustentada en micro empresas familiares, que sería denominada por Hugo Ángel Jaramillo como un verdadero matriarcado urbano y la cultura de la máquina de coser en Pereira, debido a la participación activa de la mujer emprendedora.
El amplio crecimiento de estas microindustrias en los años cincuenta y sesenta se constituyen en la oportuna respuesta que tiene la Ciudad para emplear la avalancha humana que llega como resultado de la aguda violencia política que vive el país y en forma muy especial Caldas. En solo 30 años se triplica la población en Pereira para llegar a contar con 188.000 habitantes en 1962.
Este crecimiento se apoya en una estructura de bajo salarios, informalidad y en lograr economías de escala con la producción de un reducido número de diseños en prendas diferentes, ante todo camisas para hombre. La estabilidad en los vequipos y la capacidad para ampliar el ciclo de vida de las máquinas es una de los aspectos más admirables de los empresarios locales, pero a su vez podemos decir que se convirtió, en el largo plazo – que es la actualidad-, en su enemigo.
La resistencia de muchas empresas para emprender proceso de reconversión industrial, de mejorar los métodos de producción, de ampliar la inversión en diseño y ajustarse en forma más eficiente al circuito de la moda, aplicar proceso técnicos de ingeniería del producto que les permita mejorar no solo su calidad sino sus costos, les ha planteado desde antes de la apertura económica serias dificultades para defender el mercado interno y participar en el escenario mundial, que se caracteriza por grandes tecnologías, nuevas materias primas y cambios
sustanciales en los usos de las prendas, sistemas integrados de producción de toda la cadena de valor, economías de escala que les permite sistemas operativos en grandes volúmenes en los cuales el costo fijo unitario es mínimo.
Todos estos procesos internacionales deben conllevar a una reflexión. La difícil situación actual de la industria confección textil no se debe solo a los factores exógenos como los agresivos competidores asiáticos -que en verdad son despiadados-, pero que no encuentran resistencia en las capacidades endógenas de los empresarios locales, debido a la lentitud de sus proceso de transformación, a la falta de reconocimiento de nichos estratégicos, nuevos modelos operativos, falta de integración de la cadena de valor, con los cuales podrían ser competitivos, debido a que de todas formas con las fallas y limitaciones anotadas es necesario reconocer que se tiene una experiencia en la actividad que no es despreciable.
*Docente Universidad Católica de Pereira.