Neuroliderazgo
Autor: Rosario Iodice
- abril 30, 2021
Sin lugar a duda se ha hecho una moda usar el prefijo “neuro” adelante de muchas palabras para resaltar la perspectiva del funcionamiento cerebral en las dimensiones del quehacer humano.
En este caso también estaremos adhiriendo a esta tendencia con la finalidad de hablar de neuroliderazgo y tratar de argumentar su sentido. La palabra liderazgo tiene su raíz en el vocablo inglés liden que significa guiar.
La gran pregunta que pudiéramos hacernos es ¿cómo liderar en el nuevo entorno evolutivo en el cual nos encontramos?, entorno conformado por un elevadísimo nivel de incertidumbre y complejidad.
Según el modelo VUCA (desde el inglés volatile, uncertain, complex, ambiguous) más que adaptarse es necesario tener ideas de adaptación lo cual implica que es importante tomarse el tiempo para identificar adecuadamente las soluciones, analizar la realidad desde múltiples puntos de vista y por último liderar con la finalidad de aprender “a
aprender”, adquirir continuamente conocimiento, fomentar la sinergia y la cooperación, la autogestión, practicar la retroalimentación constante, hacer uso de las tecnologías e identificar sistemas ágiles para tomar decisiones.
En este sentido para liderar en el contexto actual es necesario tomar como punto de referencia los sistemas abiertos es decir aquellos que interactúan constantemente con el externo. Ser un sistema abierto significa también ser un sistema tropofilico es decir en constante adaptación con el entorno.
En este sentido los gerentes eficientes serán aquellos que manejarán el caos, que se enfrentarán a situaciones nuevas y desordenadas, y en este cambio constante deberán ser capaces de adoptar diferentes roles. Obolensky nos habla de liderazgo poliarquico (desde el griego gobierno de muchos) para hacer referencia a la necesidad de empezar a liderarse para impactar el entorno.
Estaremos hablando de liderazgo de alto desempeño cuando nos esforcemos en encontrar el sentido de las cosas, cuando nos estemos auto descubriendo, cuando fomentemos de manera óptima la forma física y mental, cuando estemos adquiriendo hábitos de alto rendimiento, cuando estemos dispuestos a aprender siempre, a
concentrarnos en el presente, a fijar metas con alto valor y a entrenarnos para la autorregulación emocional.
*Docente Universidad Católica de Pereira.