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NAVIDAD, UNA PESEBRERA LLENA DE AMOR

Autor: Padre Diego Arcila Vélez

Quisiera hoy en vísperas de la noche de navidad dirigirme especialmente a las niñas y los niños, aunque sé que es difícil que me lean, invito a sus papitos a que se hagan niños como ellos y les lean lo que a continuación deseo contarles.

Apreciados niños y niñas los invito a que cierren sus ojitos para que se imaginen todo lo que pasó en este tiempo tan bello de navidad. La escena comenzó en Nazaret cuando un ángel llamado Gabrielito le anunció a una bella mujer Santa, la Virgen María, que daría a luz, que en su “barriguita” vendría a vivir Dios, para que en 9 mesecitos -como estuvimos ustedes y yo- naciera un precioso Niño que sería el más lindo de todos, muy sonriente -y
también llorón- que nos daría mucho amor, paz y alegría; ese niño lindo se llamaría Jesús, Nuestro Salvador.

Las cosas no fueron tan fáciles para esta bella Virgen y su esposito San José, les tocó salir corriendo porque muchos en ese pueblo y ciudad no querían un niño tan lindo y tan poderoso en el amor; por eso, caminaron de casita en casita, de pueblo en pueblo y nadie los ayudaba, sin saber que estaban rechazando a un Niño bello y salvador.

Después de caminar mucho, a la bella Virgen le dieron los dolorcitos en su barriguita porque el Niño ya quería salir a verlos, sonreírles y regalarnos muchas alegrías.

Así encontraron una pesebrera, un lugar en donde comen las vacas, los burros y ovejas. Allí, acompañado por sus papitos y la maravillosa naturaleza, un 25 de diciembre hace 2016 años se oyó el llanto hermoso de un Niño muy “cachetoncito”, gordito, de ojitos azules como el cielo y que movía sus manitos como diciendo he llegado al mundo para amarlos, perdonarlos, abrazarlos y quererlos a todos, especialmente a los más tristes, ahí nació el Niño Dios.

Niñas y niños sigan con sus ojitos cerrados e imagínense una estrella muy grande que vino a ponerse encima del pesebre, todo se iluminó y los papitos de Jesús lloraron de alegría, los animalitos saltaron y cantaron, toda la naturaleza y el mundo se llenaron de un profundo amor y paz.

Unos pastorcitos que estaban un poco lejos llegaron y viendo ese hermoso Niño lo llenaron de besos y le dieron muchos regalitos.

Es navidad, abre ya tus ojitos corre al pesebre y dale también muchos besitos al Niño Jesús y dile que lo amas con todo tu corazoncito.

*Rector Universidad Católica de Pereira

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