Navidad tiempo para escuchar
Autor: Iván Buitrago Márquez
- diciembre 22, 2023
Es Navidad, tiempo propicio para discernir y hacer un balance del año vivido. Seguramente reconocemos que a lo largo de los días nuestra mente se va llenando de las situaciones particulares que han formado parte de nuestra vida. Algunas han traído sonrisas y gratos recuerdos, otras han traído oscuridad y desesperanza.
Parece que nos aferramos a esos recuerdos que nos causan dolor. ¿Cuántas cosas han pasado por tu vida en estos tiempos? ¿Cuánta oscuridad del alma se confunde con las noches de cada día?
Sin embargo, hoy ha llegado la noche que se convierte en Luz, la noche Santa, silenciosa y diferente. Es un momento para abrir nuestros corazones. Esta noche puede ser la última oscuridad para aquellos que acogen el regalo pleno de la Navidad, porque desciende del cielo la Palabra que se hace carne, la Luz que es el camino y que disipa las tinieblas para estar entre nosotros, cambiando su morada por un espacio en nuestro corazón.
La Navidad no es una fecha, es el acontecimiento que invita a contemplar el misterio sublime de la entrada de Dios en nuestra historia. Dios manifiesta su misericordia a través de su hijo, quien siendo el logos eterno se hizo uno entre nosotros para compartir nuestra dimensión humana en todo menos en el pecado. Jesús experimenta el dolor de lo humano, lo pasajero y efímero de la realidad terrenal, incluso la muerte, para entender nuestras necesidades, interpretar nuestro llanto, nuestro dolor y nuestras alegrías.
Navidad es don de Dios que se ve en el Belén. Es un regalo divino empacado en la sencillez perfecta de un cuerpo de niño que ha venido como maestro de vida, para enseñarnos en clave de humildad el significado de la grandeza. En la familia de Nazaret, nos muestra el significado de la vida en comunidad, para hacer el bien y
dar amor sin esperar recompensa alguna. Un Dios hijo que, con ejemplo de maestro bueno y sencillo, cambia el rumbo de la humanidad y de nuestra vida.
Hoy es la oportunidad para contemplar la misericordia divina, para silenciar el ruido que se perpetúa en nuestra mente y dedicar un momento a entender el misterio salvador de Dios hijo, tan hombre, tan divino y misericordioso que ha tomado la iniciativa de venir en busca de su creatura. Su único propósito es mostrar el camino. «Ojalá escuchéis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón… » (Salmo 95, 8). Es Navidad para escuchar a Dios y seguirle «Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano» (Jn 10, 27-28).
*Docente Universidad Católica de Pereira