Los modelos de Naciones Unidas como apuesta pedagógica yuna promesa de futuro
Autor: Bárbara Pincowsca Cardoso Campos
- abril 5, 2024
El mundo de guerras crueles que vivimos y vemos a diario en los noticieros pone en el centro del debate público el papel de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como instrumento promotor de paz y cooperación internacional. Desde su fundación en 1945, la ONU ha coleccionado muchos logros y críticas y, a pesar de las adversidades, sigue siendo el principal foro de negociación multilateral para abordar los desafíos comunes y buscar soluciones a la amplia variedad de temas que enfrenta la humanidad en pleno siglo XXI.
Cuestiones globales apremiantes, entornos interculturales, resolución pacífica de conflictos, cooperación y diálogo son ingredientes esenciales del universo de la ONU. En los últimos años, estos se han popularizado, desde la primaria hasta la universidad, en el formato de modelos de las Naciones Unidas, también conocidos
como MUN. Y los modelos son, indudablemente, excelentes herramientas pedagógicas que no solo permiten a los estudiantes poner en práctica sus conocimientos y capacidades, sino que también fomentan la conciencia crítica y el compromiso social colectivo.
La arquitectura de los MUN es relativamente sencilla: se trata de un simulacro al estilo “juego de roles”, en el que cada estudiante asume la postura de un país que representa, debatiendo y negociando soluciones a problemas globales y reales. Como práctica académica, esa regla tan sencilla se traduce en un menú completo de competencias desarrolladas: ¿Cómo investigar sobre un país y una temática específica? ¿Qué soluciones proponer? ¿Cómo construir cooperación y consenso con los demás? ¿Cómo negociar caminos viables? ¿Cómo intervenir en espacios formales y con procedimientos específicos? ¿Cómo presentar argumentos sólidos y comunicarlos de manera persuasiva?
Las respuestas a estas preguntas transcienden las aulas y encuentran en los MUN una vía verdaderamente efectiva. Más que una apuesta pedagógica, los modelos de Naciones Unidas también son una apuesta hacia el futuro. Fomentar los MUN es sembrar semillas de esperanza junto a la juventud, para que sea comprometida
con el diálogo, la cooperación y el beneficio colectivo, en pro de la construcción de un mundo más justo, sostenible y en paz.
*Docente de la Universidad Católica de Pereira.