¡Feliz Navidad!
Autor: *P. Behitman A. Céspedes De los Ríos
- diciembre 24, 2021
Hemos llegado a la Navidad, tiempo en que celebramos el nacimiento del Verbo de Dios, hecho carne para “nuestra salud y remedio”, como hemos rezado en las novenas.
Todos hemos tenido la oportunidad de prepararnos para celebrar de la mejor manera esta noche de gozo y este día glorioso que cambió el destino de la humanidad, pues en Jesús «La Vida se hizo visible» (1Jn 1,2); Dios se ha dejado ver y tocar de nosotros, porque ha nacido en medio de nosotros. La Navidad “nos hace ver, nos hace tocar este acontecimiento único y extraordinario que ha cambiado y partido el curso de la historia”, haciendo preciso hablar de antes de Cristo y después de Cristo. Lástima que no todos viven el misterio de la Navidad como debe ser y se olvidan de que Jesús es la fuente y el centro de la celebración.
El papa Francisco nos dice que “Dios se presenta así, en un niño, para ser recibido en nuestros brazos. En la debilidad y en la fragilidad esconde su poder que todo lo crea y transforma. Parece imposible, pero es así: en Jesús, Dios ha sido un niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor, que se manifiesta en la sonrisa y en el tender sus manos hacia todos.” En Navidad se dispone para que lo recibamos.
Esa es la verdad de la Navidad, ¡Todo un Dios en un niño! “Como siempre, Dios desconcierta, es impredecible, continuamente va más allá de nuestros esquemas” y rompe nuestra lógica.
Ojalá que al recibir o expresar el saludo de navidad podamos haber experimentado la presencia de Dios en nuestra vida, en nuestra familia y en nuestra comunidad. Como creyentes tenemos la responsabilidad de anunciar y compartir la buena noticia de que no estamos solos en medio de las angustias y sufrimientos; Dios está con nosotros y camina a nuestro lado.
Para muchas personas lo que hoy celebramos los cristianos no pasa de ser una fiesta más. Por eso se prepararon y viven este tiempo de manera distinta, y con razón solo pueden desearse “felices fiestas”; pero para los creyentes se trata de la celebración del acontecimiento más grande de la historia: Dios que se hace carne y nace humildemente en un pesebre para compartir nuestra humanidad y redimirla; para nosotros lo que celebramos es el nacimiento de Dios, celebramos su presencia en medio de nosotros, y por eso nos deseamos “Feliz Navidad”.
Permítanme desearles de corazón una Feliz y Santa Navidad, y que el Año Nuevo, vivido con la presencia de Dios, sea de grandes bendiciones para todos.
*Rector Universidad Católica de Pereira.