Retos de las familias en la etapa universitaria de los hijos/as
Autor: Mireya Ospina Botero
- diciembre 7, 2018
La familia es una institución en la que se gestan las relaciones más significativas del ser humano, gracias a su potencialidad de ser de apoyo u obstaculizador del desarrollo humano de sus integrantes. Es un ámbito en
transformación que se forja en diferentes etapas a través de su ciclo vital. Una de estas etapas por las que atraviesan las familias es la emancipación de los hijos/as, que en la mayoría de los casos coincide con su entrada a la universidad, lo que representa un periodo de transición, en donde todos sus miembros se ven afectados, positiva o negativamente, frente a los roles y funciones que desempeñaban en su dinámica familiar.
Son varios los retos que enfrentan las familias en este nuevo este contexto, pues se pone de manifiesto, la necesidad de cambiar las viejas pautas de interacción por otras nuevas que posibiliten un desarrollo más acabado de individuación en el joven, así como el incremento de su responsabilidad y autonomía funcional – emocional; para los padres igualmente, supone la necesidad de construir relaciones menos jerárquicas en donde se preserve el vínculo con los hijos/as, que le garantice al joven el sentimiento de protección y apoyo.
El ingreso del hijo/a mayor a la universidad, supone para todo el sistema familiar, un replanteamiento del contrato relacional básico (lo que era una relación de adulto – niño, ahora es una relación adulto-adulto), incluyen
transformaciones en la cohesión y la adaptabilidad. Así, se ponen en juego los recursos individuales y familiares –unas veces facilitándolo y otras dificultándolo.
Los recursos son los rasgos o habilidades de los miembros de la familia, que le permiten adaptarse a las nuevas etapas conservando su estabilidad y flexibilidad; para ello, resulta fundamental el cultivo del apoyo mutuo, el afecto y la confianza. Esta capacidad de la flexibilidad da lugar a la adaptabilidad, que señala la capacidad de abrirse hacia otras instituciones de la sociedad, permitiendo las relaciones de sus miembros con otros subsistemas, como en este caso la universidad.
Podría decirse que la emancipación del joven, enfrenta al sistema familiar a realizar una serie de ajustes en los que la flexibilidad en las normas, límites y en general el ejercicio de la autoridad, se tornan fundamentales, máxime
cuando en esta etapa coinciden otros aspectos importantes para el proyecto de vida, como es tomar decisiones fundamentales que marcan el curso de su vida.
De este modo, el ingreso del joven a la universidad, exige de parte suya, todo el despliegue de la capacidad de auto regularse en función de dar cuenta de manera autónoma y responsable, de las obligaciones que implica este nuevo escenario.
*Directora Centro de Familia de la Universidad Católica de Pereira