ZIKA UNA MENTIRA “EMBARAZOSA” DELMINISTERIO DE SALUD
Autor: Universidad Católica de Pereira
- febrero 29, 2016
Las sociedades van tendiendo cada día a ser más exigentes en términos de la calidad humana, cultural y social; siempre nos hemos visto amenazados por epidemias y enfermedades que nos ponen alerta, nos muestran lo frágil que somos los seres humanos y la necesidad de que los gobiernos y específicamente los sistemas de salud, respondan con eficacia y prontitud.
El biosistema, la naturaleza y todos sus componentes hoy nos sobrepasan, no hemos cuidado la “casa común” como lo dijo maravillosamente el Papa Francisco y hoy estamos siendo víctimas de un maltrato al ecosistema que nos está devolviendo la factura en términos de clima.
En este contexto aparecen las plagas, los bichos, los males que transmiten enfermedades y que respondiendo a nuestras culturas tropicales- unido muchas veces a condiciones sanitarias no óptimas-, nos ponen en “jaque”
cuando de enfrentar males como el Zika se trata.
Lo anterior es normal, pues la naturaleza nos satisface pero también nos amenaza; lo anormal es que especialmente en Colombia y apoyados en investigaciones no muy científicas y exactas desde la medicina, el Ministerio de Salud diga de manera alarmante que las mujeres no deben embarazarse hasta junio o que en el peor de los casos la amenaza –no comprobada científicamente y desestimada esta semana por la directora de la organización mundial de la salud-, se debe abortar por el supuesto temor que los niños gestados vengan con una malformación llamada microcefalia o padezcan Guillain-Barré, enfermedad que ha respondido según los estudios médicos y científicos a un estado muy complejo del sistema nervioso y neuronal, no a la simple picazón del zancudo.
Se ve claramente que nuestro país ha adoptado durante los últimos años, concretamente desde la constitución del 91, un desentendimiento por la vida, por Dios, por los valores humanos, éticos y sociales, todo en aras de una
libertad y autonomía que nos hace dueños cada vez más de la vida y sus múltiples manifestaciones. Siempre diremos Sí a la vida, jamás a una alarma abortiva no comprobada científicamente.