NUEVO CONTRALOR(A), ¿MERITOCRACÍA O POLITIQUERÍA?
Autor: Universidad Católica de Pereira
- enero 19, 2016
De novelón ha sido la elección del nuevo contralor(a) para Pereira; que ya están las hojas de vida, que son muchos, que este sí, que el otro no, que se declara nula, que se vuelvan a presentar, que ahora es por méritos, que mañana lo escogemos, que nombremos una encargada, entre otros comentarios.
Todo es la muestra fehaciente y sin titubeos de que este cargo es muy importante para los políticos de turno que no quieren y les da miedo que ejerzan un control sobre ellos, esa es la verdad.
Controlar es velar para que se lleven a cabo las actividades de manera coherente y planeada, y alertar en caso – si se les ha perdido – de que se requiera retomar el camino de administrar los recursos públicos.
Es inconcebible que quien ejerza esta noble labor esté direccionado por un partido político, o por tal o cual político corrupto, que no hace más que manejar a su elegido como un títere para que no le descubran sus “torcidos” negocios con los recursos de los contribuyentes y del Estado.
Es esta la “patria boba” de la cual nos liberó Bolívar o es esta aún la ciudad que le apostó al cambio y ve a unos concejales tratando de organizar sus cartas para que el “puestico” se lo den a su partido o a su jefe político.
Conozco a la mayoría de los concejales, se de su juventud y buenas intenciones, de su honradez y de su bondad; a ellos les pido que hagan este ejercicio por la Ciudad y por nuestra gente de manera transparente.
Un contralor(a) es un opositor del gobierno de turno, así lo definen las leyes y la Constitución, no puede ser arte y parte del proceso, debe distanciarse de todos los intereses del gobierno local, conservar mucha independencia y ética, debe “furgar” hasta el fondo para que los dineros públicos no se dilapiden y se inviertan en salud, educación, recreación, vías y seguridad.
Aterra que se diga que ya están nombrados, no por los procesos de méritos como lo pretende hoy el Honorable Concejo, sino por el dedo corrupto y mal intencionado de los “caciques” de turno.
Pereira es joven, tiene un alcalde joven, la mayoría de su población también lo es, no permitamos que nos sigan ordenando qué hacer o cómo permanecer impávidos ante semejantes manipulaciones de los politiqueros. ¿Meritocracia o politiquería, esa es hoy la pregunta? Esperemos.