“NO TENEMOS DERECHO A PERMITIRNOS OTRO FRACASO MÁS”:PAPA FRANCISCO
Autor: Universidad Católica de Pereira
- septiembre 24, 2015
En la plaza de la revolución de Cuba, donde estuvo de visita el Sumo Pontífice dio un espaldarazo maravilloso a la paz. Ciertamente lo ha venido haciendo con sus mensajes desde Roma, invitando a que a través de un sentimiento común todos los colombianos depongamos nuestros odios, sanemos nuestros corazones y nos dispongamos a perdonar cueste lo que nos cueste.
Esta intervención se une al anuncio que hizo el Presidente Juan Manuel Santos sobre uno de los acuerdos al que pensábamos que no íbamos a llegar y que marca de una manera especial el verdadero principio del fin de una guerra de más de 50 años.
Dicho acuerdo está siendo motivo de un amplio análisis, de un sin número de voces, unos a favor y otros “muy pocos” en contra de que este es el momento oportuno, definitivo y real, de abrazar todos juntos la paz.
El Santo Padre Francisco es un pregonero de la paz, él es el Vicario del Príncipe de la Paz, Nuestro Señor Jesucristo. El Papa como latinoamericano, sabe lo mucho que hemos sufrido los colombianos, los secuestros, asesinatos, atentados contra el ser humano y el país. Esto seguramente que no lo desconoce, pero también el Papa sabe que al estilo de Jesús de Nazaret hay que perdonar, hay que poner la otra mejilla –así suene difícil-, hay que reconciliarnos y darnos la mano, pues el Maestro nos enseñó desde la cruz lo que realmente significa el perdón.
Este momento es crucial para Colombia. Debemos unirnos y creerle a la paz, todas las voces podemos levantarnos, todos los sentimientos pueden salir a flote, todas las experiencias amargas se nos pueden revivir, todo el dolor puede regresar, pero lo que si es cierto, acompañando especialmente a las víctimas de este conflicto, las más directas y las indirectas que hemos sido todos, que como el Papa Francisco nos ha dicho antes de este
anuncio del señor Presidente, “que la sangre vertida por miles de inocentes durante tantas décadas de conflicto armado, unida a aquella de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz, sostenga todos los esfuerzos que se están haciendo en el camino de una definitiva reconciliación y que por nada del mundo, tenemos derecho a un fracaso más”.