Los adultos mayores son un patrimonio que hay que defender
Autor: Rosario Iodice
- abril 9, 2020
Los adultos mayores son un patrimonio que hay que defender porque es necesario recordar más aun en estos días, el valor de su experiencia, el papel que desempeñan en la sociedad y la familia. Ellos son la memoria histórica, custodio de un conocimiento implícito. En nuestro país, los adultos mayores son una pieza fundamental de la vida de cada uno de nosotros; son el eje de las familias y las sociedades y lamentablemente tienden a ser olvidados. Si hoy somos nosotros, se lo debemos a ellos, que llevan signos de fatiga en sus manos y corazones por haber construido nuestro presente y nuestro futuro.
Cuando se habla de defender, inevitablemente también se habla de cuidar las personas adultas mayores, reconociéndolos como miembros productivos y llenos de energía de la sociedad. El cuidado empieza con la creación de incentivos para la inversión pública que a su vez impulsa políticas sociales de mediano y largo plazo
para priorizar los derechos humanos para el desarrollo.
Los adultos mayores pueden disfrutar de su envejecimiento en comunidades socialmente integradoras donde la experiencia y el conocimiento de las instituciones publicas y privadas es crucial para garantizar la viabilidad y visibilidad de los temas sensibles a dicha población.
Colombia se posiciona entre los países protagonistas en la creación y el cumplimiento de la agenda 2030 participando en 92 entre las 169 metas, involucrando las problemáticas del adulto mayor en relación con la población indígena, con discapacidad, afrodescendientes, minorías étnicas y mujeres.
La intervención político social como factores de protección para el envejecimiento del adulto mayor conlleva que se hace más relevante cuidar el envejecimiento activo, entendido como un derecho fundamental. En este sentido tiene pertinencia hablar de educación y el aprendizaje a lo largo de la vida. La Comisión Europea define el aprendizaje como el desarrollo del potencial humano a través de un proceso continuo que sustente y estimule el ser humano para construir conocimientos, valores, destrezas.
Los factores psicológicos, emocionales y cognitivos presentes en el envejecimiento activo, si bien cuidados, representan una fortaleza humana y el fomento a la autoestima, la resiliencia, el optimismo, la satisfacción y la felicidad de vivir la vida.
El envejecimiento activo sin lugar a dudas impacta positivamente el costo de la atención en salud, pero al mismo tiempo requiere una adecuada y hasta rígida planificación.
Es esta la razón por la cual el cuidado debe ser entendido desde la perspectiva antropológica, como la experiencia que recibir cuidado es una condición indispensable para sobrevivir y por ende cuidar a los demás. Si queremos defender nuestro patrimonio humano es necesario cuidarlo de forma transversal integral y global.
*Docente Universidad Católica de Pereira