Hacia una nueva cara de la diplomacia en Colombia
Autor: Bárbara Pincowsca Cardoso Campos
- diciembre 20, 2024
Cada año, Colombia lleva a cabo un proceso de selección mediante concurso público para el ingreso a la carrera diplomática y consular. Más allá de ser una oportunidad para representar al país en el exterior, la carrera diplomática es, sin duda, un verdadero proyecto de vida. Como docente en temas internacionales, he seguido de cerca las resoluciones ministeriales que regulan dicho proceso y, en esta ocasión, celebro los avances impulsados por el gobierno de Gustavo Petro en favor de una diplomacia más inclusiva, diversa y conectada con la realidad nacional.
La Resolución 8056 de 2024, que regula el concurso para seleccionar a 40 nuevos profesionales para el año 2026, introduce varias innovaciones sin precedentes. Por la brevedad de esta columna, me permito destacar cuatro de ellas:
Descentralización de las pruebas escritas: Por primera vez, los exámenes se realizarán en las 32 capitales departamentales y en cuatro consulados en el exterior (Madrid, Miami, Nueva York y Esmeraldas), ampliando significativamente las oportunidades de participación.
Acceso gratuito a cursos preparatorios: Se han habilitado cursos en línea, gratuitos y accesibles para cualquier persona interesada. Estos materiales, organizados por la Academia Diplomática, están disponibles en su canal de YouTube, permitiendo que cualquier aspirante, sin importar su ubicación o situación económica, tenga una base inicial para prepararse para el concurso.
Acciones afirmativas para grupos históricamente marginados: Se han definido criterios de desempate que benefician a miembros de Pueblos Indígenas, Comunidades Negras, Afrocolombianas, Palenqueras, Pueblo Rrom, Raizales, personas clasificadas en los niveles A y B del Sisbén y víctimas del conflicto armado.
Reconocimiento de las lenguas nativas como tercer idioma: Por primera vez, las más de 60 lenguas nativas de Colombia serán reconocidas como equivalentes a un tercer idioma para efectos de puntaje, promoviendo la diversidad lingüística y facilitando la inclusión de profesionales que reflejen la riqueza cultural del país en el cuerpo diplomático.
Los resultados iniciales ya son alentadores. Según datos de la Cancillería, al cierre de las inscripciones el 9 de diciembre de 2024, se registraron 1.811 aspirantes, un aumento del 27.4 % frente a 2023. Este incremento incluye una mayor participación de candidatos provenientes de regiones históricamente subrepresentadas como Chocó, San Andrés y Cauca. Entre los inscritos, destacan 26 aspirantes indígenas, 98 afrocolombianos, 7 palenqueros y 15 raizales.
La carrera diplomática debe reflejar la diversidad de Colombia. Que esta sea una oportunidad para seguir construyendo una representación más incluyente del país. Mis mejores deseos para quienes participen en este proceso y contribuyan a una diplomacia que abrace la pluralidad de identidades en Colombia.
Docente Universidad Católica de Pereira