El cambio: un fenómeno cotidiano
Autor: José David Villada Alzate
- septiembre 13, 2024
Con los cambios del mundo, viene la transformación de las dinámicas sociales y la visión de las nuevas generaciones: renovadas y cargadas de nuevas ideas. Muchos han juzgado el ímpetu y las maneras disruptivas de asumir la vida. No es nada diferente a lo que en otros momentos de la historia ha sucedido como rechazo ante
la emergencia de una nueva perspectiva y con ella, diferentes transformaciones. Es momento de asumir el cambio como una oportunidad de evolucionar y no resistirnos a las propuestas de mentes renovadas y con ansias de transformación.
Los que hoy somos adultos hemos servido el camino para que los jóvenes recorran sus propios senderos y construyan el mundo que les identifique, no necesariamente somos ejemplo de evolución si lanzamos piedras a quieres quieren hacer de nuestro entorno, un espacio diferente. ¿Será nuestro objetivo atacarlos? O ¿Será más bien, orientarlos constructivamente?
El cambio, no es solo una bandera política que se empuña y se erige como un estandarte o como la punta de lanza de los dirigentes de nuestro país, es un anhelo ferviente de quienes están tomando en sus manos las riendas del mundo que desean y que no solo muestran su interés real en una articulación de palabras para
avivar multitudes, sino que día a día aportan para que esa realidad tan anhelada sea un hecho. Condecoraciones deportivas, premios en la música, exaltaciones en los negocios, reconocimientos en la ciencia o el acto cotidiano de levantarse día a día a trabajar por un mundo mejor, son muestras claras del cambio real que se está gestando hoy por auspicio de las nuevas generaciones.
Más allá de los datos que miden el cambio y de los anuncios ante la opinión pública, el cambio se gesta en el acto más sencillo o en la proeza más fulgente. En quienes ya hemos recorrido un buen tramo de la vida, el cambio debería ser hacia adentro transformando nuestra perspectiva frente a quienes quieren “comerse el mundo”
con nuevas propuestas.
Lo que tenemos frente a nuestra mirada es el cambio generacional y el viraje hacia nuevos rumbos, ¿Ayuda nuestra dura crítica carente de aportes significativos?
Las cuestiones que se plantean al respecto, lejos de ser un llamado de atención, como de esos que solemos dar a manera de sermón a nuestros jóvenes, invitan más bien a reflexionar sobre el papel de las nuevas generaciones. Tenemos en nuestro entorno jóvenes que lo están dando todo de sí por mejorar nuestro mundo, entonces, ¿Cambiamos juntos y coadyuvamos a la construcción de la realidad que queremos? O ¿Seguiremos instalados en la comodidad de nuestra postura, donde la crítica es la manera más elevada de aportar?
*Docente Universidad Católica de Pereira.