Dando el primer paso
Autor: Jhon Wilmar Toro Zapata
- agosto 25, 2017
Se aproxima la visita del Papa Francisco en un momento importante e histórico para nuestro país que ha sido manchado por la violencia, dejando odio, venganza y desesperanza a su paso.
Dar el primer paso es el símbolo de la reconciliación que acompaña esta visita pastoral que alienta e invita a continuar la marcha hacia el futuro, dejando atrás no solo las armas sino también el odio que destruyó familias, pueblos y sueños.
Dar el primer paso significa que se puede renunciar a este pasado oscuro y ver el futuro con ojos de esperanza donde todo puede ser mejor desarmando el corazón, viendo al otro con misericordia.
Dar el primer paso es ir hacia adelante con la firme convicción de que es posible soñar con otra realidad para las generaciones futuras, dejando atrás el orgullo, dando nuevas oportunidades.
Dar el primer paso es tender la mano al que sufre, abrazar al triste, acompañar al solitario para que no pierda las fuerzas y vislumbre el porvenir.
Esta visita papal se constituye en aliento, en compromiso de la Iglesia con la reconciliación, camino firme hacia la paz.
El primer paso para todos, es dejar atrás el orgullo, ir hacia adelante soñando con un país mejor, aceptar que a pesar de la diferencia todos habitamos en la misma casa, somos familia con responsabilidades distintas y no podemos permitir que esta casa se destruya. Debemos pensar en los seres humanos, los animales, la tierra, en los sueños y los proyectos. La reconciliación no es fácil y debe salir del corazón para aceptar la condición del otro y poder ir a su encuentro.
La reconciliación consigo mismo y con los otros es el único camino para lograr la paz, no es solo la dejación de armas, es el desarme de los corazones.
El Papa Francisco y la Iglesia están convencidos de este paso y su visita lo ratifica, es un paso de solidaridad con el que sufre para que sienta que no está solo.
De nuestros ancestros aprendimos la hospitalidad; al que llega se le recibe y no se pregunta qué religión tiene y cuánto se va a quedar, solo se le atiende y se le invita a seguir y se le ofrece de lo que hay, y si la visita fue anunciada se ordena la casa para el recibimiento. La casa ya se está ordenando y más que en lo material se debe preparar lo espiritual disponiendo el corazón hacia la reconciliación, hacia el perdón. Bienvenido a casa Papa Francisco
*Docente Universidad Católica de Pereira