Ir al contenido

Crisis, una oportunidad para estudiar

Autor: Jhon Mario Zuluaga Morales

Según los pronósticos de especialistas, el 2023 será un año muy complejo por diferentes fenómenos como la inflación descontrolada y las tensiones geopolíticas que pintan el panorama con fuertes trazos de incertidumbre.

Con esos vaticinios es entendible que en la planeación seamos muy conservadores, lo que quizás nos lleve a frenar o postergar proyectos como la educación. ¿Buena idea? Eso depende de nuestras expectativas, planes a largo y mediano plazo, y realidad financiera.

Si desde hace años usted tomó la decisión juiciosa de no invertir en un pregrado o un posgrado porque no le interesa, porque siente que no le hará un aporte significativo a su vida personal y laboral, porque su proyecto de vida lo lleva a realizar otro tipo de actividades, porque saldrá del país o porque sus finanzas no se lo permiten y no desea endeudarse, entonces, sin rodeos, es el año para que se mantenga en dicha decisión.

Pero si usted siempre ha tenido en su agenda el pendiente de ingresar a una universidad puede que la coyuntura se convierta en su mejor aliado. Muchas veces no cumplimos ese objetivo no por falta de dinero, sino que una situación económica favorable nos puede demandar mucho más tiempo y energía para aprovechar los tiempos de vendimia, restándole espacio al estudio.

Infortunadamente, en nuestras manos no está la posibilidad de cambiar, de la noche a la mañana, el panorama mundial; si ha de haber crisis, habrá.

Entonces, si ya hemos considerado la posibilidad de hacer un alto en el camino para formarnos ¿por qué no hacerlo cuando el panorama económico no es tan halagüeño?

Cada día sentimos que las plazas para profesionales son insuficientes en nuestro país, pero esta sensación nos acompaña desde hace décadas y aun así vemos que muchos graduados ingresan al mercado y siguen en la construcción de su proyecto de vida.

Aquí es definitivo evaluar, la calidad y pertinencia de sus competencias, incluyendo las que llamamos blandas (trabajo en equipo, liderazgo, comunicación asertiva, servicio al cliente, análisis, resolución de problemas, adaptabilidad, entre otras).

Muchas personas logran adquirir competencias profesionales muy potentes, pero se quedan cortas en dichas habilidades blandas, lo que les dificulta o hasta les impide su desarrollo personal y profesional.

También es cierto que las crisis no duran para siempre, y habrá que estar preparados para crear o tomar las oportunidades que la vida nos suele dar, y no es un secreto que los profesionales más capacitados pueden aspirar a mejores puestos de trabajo con salarios más razonables, algo de motivación en tiempo de crisis.

El 2023 arrancó, las decisiones precisas en los momentos oportunos harán la diferencia.

*Docente Universidad Católica de Pereira.

Scroll al inicio

Pagos en línea

Si tienes alguna duda o requieres de ayuda adicional por favor contacta con Gestión Financiera a través del PBX. 312 4000 EXT 1016 – 1007