CARTA ABIERTA A LOS CANDIDATOS (AS)
Autor: Universidad Católica de Pereira
- octubre 15, 2015
Apreciados candidatos y candidatas, la noble tarea de ejercer la función pública y su deseo de gobernar debe llevarlos a hacer una seria reflexión sobre lo que significa estar al frente de esa importante responsabilidad.
Primero, los que los vamos a elegir esperamos mucho de ustedes, especialmente de su honradez, buenas intenciones en sus administraciones, de su apertura y disponibilidad – inclusive las 24 horas del día- para aquellos que tanto los necesitamos en educación, en salud, en empleo, en una ciudad y unos municipios más desarrollados y más amables, con vías transitables y limpias, con suministro de agua potable, con atención a los niños, a los
ancianos, a los más desprotegidos y pobres.
No crean ustedes que van a tenerlo todo fácil, deberán trabajar mucho para que todo salga bien.
Segundo, ustedes deben saber que lo van hacer por vocación, pues gobernar es servir, es entregarse hasta en la vida privada para que sea pública y expuesta a todos; de allí que moralmente deben ser rectos, justos, equitativos y siempre con la verdad como principal virtud de sus gobiernos.
El que aspira a ejercer una responsabilidad en el gobierno de las gentes, debe despojarse de todo interés personal, material o avaricia; debe gobernar pensando que son los otros a los que tengo que favorecer, sin predilecciones, sin “roscas”, sin pensar jamás “repartirse el botín” al mejor postor y sin entregar nuestra Ciudad y Departamento a la peste terrible de la corrupción.
Queridos candidatos y candidatas, piensen hoy al leer esta carta en su familia, hijos y amigos que los queremos, que esperamos lo mejor de ustedes y que no queremos que nos defrauden.
Cuando lleguen a la victoria, hagan de su ejercicio, una actividad enteramente libre, transparente, acertada y útil. Que el dinero no sea su condena, que el orgullo no sea su perdición, que la avaricia no los lleve al despeñadero. Por el contrario encontremos en ustedes instrumentos leales, humildes, soñadores, alegres, dispuestos, amantes del bien y de la virtud; que defiendan la familia, el derecho por la vida y el trabajo; que disminuyan los
índices de violencia, que propicien una amplia y mejor educación, que tengamos una Pereira y Risaralda seguras, que promuevan la sana convivencia, el deporte y la lúdica.
Finalmente queridos amigos y amigas candidatos que Dios vaya al frente de sus decisiones, de sus gobiernos, de sus buenos propósitos, que Él nunca les falte y que lo invoquen siempre especialmente cuando como ciudadanos los aplaudamos por sus logros o también cuando por nuestro inconformismo ante sus pésimas gestiones les reclamemos y les digamos “este gobernante no cumplió”. ¡Suerte a todos y todas!