Calidad de la educación básica, grandes retos
Autor: Jaime Montoya Ferrer
- septiembre 8, 2017
El pensamiento de la educación ha cambiado hacia una concepción del desarrollo humano, en la cual se pretende dotar al educando de condiciones y capacidades para que ejerza su libertad y rompa las barraras de pobreza y exclusión. La educación es el medio social que permite a la persona alcanzar sus metas de bienestar, felicidad y construir competencias para insertarse de una forma pertinente en la dinámica social de la comunidad.
Al hablar del desarrollo, la educación recupera como su centro de atención la condición humana y por tanto se constituye en un fin en si misma. Se supera la lógica de la formación de capital humano, en donde la educación es un medio. Se trata de formar capacidad científica y técnica o de avanzar en la preparación profesional de los ciudadanos como el eje fundamental para mejorar la eficiencia de la producción y de esta forma elevar el crecimiento económico.
La educación para el desarrollo humano se sustenta en la experiencia de aprendizaje consciente por parte del alumno, debe permitir superar sus limitaciones y aprovechar sus cualidades y capacidades, es una autoconstrucción que se manifiesta como una forma de luchar contra las limitaciones, donde el docente ayuda al estudiante a construir su libertad.
El sistema educativo de la básica en la Región y en Pereira ha venido resolviendo los problemas de cobertura, alcanza porcentajes del 85% o más de estudiantes que puedan adelantar sus estudios en las edades que corresponde y para aquellos que no pueden hacerlo, se ha garantizado sus posibilidades de retorno.
La dificultad se presenta en la calidad de la educación, aspecto que no sólo se observa a través de indicadores de las pruebas saber, sino en la manifestación y en la actuación ciudadana.
En la educación para el desarrollo humano, la cultura ciudadana, el respeto por lo otro, por la dignidad de la persona y el valor de lo público debe hacerse cada vez más evidente, es decir, si la educación se centra en la condición humana, nuestros indicadores deben estar puestos en la capacidad de vivir juntos, de construirnos
como comunidad, de elevar los índices de confianza y de capital social.
No obstante cuando se miran los resultados de las pruebas saber, la tendencia en los grados tercero, quinto y noveno grado va en declive. Por ejemplo, en matemáticas, el porcentaje de estudiantes en nivel avanzado en tercer grado es del 24 %, en quinto del 13% y noveno del 6%.
Se necesita una reflexión más integral de la educación para que ejerza su papel liberador.
*Docente Universidad Católica de Pereira