Ir al contenido

QUINCHIA A CIELO ABIERTO

Autor: Padre Diego Augusto Arcila Vélez

Enclavada en la cordillera sur occidental entre Caldas y Risaralda se encuentra la bella población de Quinchía, con casi 33 mil habitantes, una superficie de 149,8 km², rodeada imponentemente por el cerro Batero y hecha a pulso con la honradez y los valores de sus habitantes, familias que han vivido de la agricultura y la explotación minera manual durante décadas.

Quinchía es emprendedora y majestuosa, hace parte del Paisaje Cultural Cafetero y tiene grandes arraigos políticos y sociales, su gente es noble y lleva con mucho orgullo en la sangre, los vestigios sagrados de sus ancestros indígenas.

Esta población ha sufrido en los últimos tiempos el acecho de los grupos económicos y grandes multinacionales que han visto en esa tradición milenaria y hecha a pulso de explotar las minas, una gran oportunidad para enriquecerse.

Lo que era hasta hace poco más de 15 años una forma “natural” para subsistir y sacar adelante sus familias, se ha convertido hoy por hoy en una zona de amenaza y violencia, de compra de predios y de desalojos, que poco a poco han introducido una discusión que se hace necesaria y ante la cual tienen que responder y volcar su mirada los gobiernos nacional, departamental y municipal.

Muchos de sus habitantes se han asociado y han creado cooperativas u asociaciones mineras, tratando de salvaguardar sus propios intereses y responder a sus necesidades, las que se extienden hasta sus familias para ofrecerles una vivienda digna, acceso a la educación, a la salud y a todas las necesidades básicas a las que tenemos derecho los seres humanos.

También es cierto que han entrado multinacionales que sin usar los métodos más apropiados tienen hoy a esta bella población risaraldense abocada a un fenómeno que es llamado minería a cielo abierto.

A toda esta situación se le agrega la alta descomposición social, económica y cultural que sufren sus habitantes; la acelerada degradación ambiental y la contaminación de los bellos ríos y quebradas a causa de la entrada de sofisticadas maquinarias y su rápida respuesta en la explotación. A esto se suma la pérdida de sus saberes ancestrales, la injusticia de arrebatarles las tierras, -una vez vendidas, los títulos ya no les pertenecen-, el hambre, la pobreza, desolación y violencia.

*Rector Universidad Católica de Pereira

Scroll al inicio

Pagos en línea

Si tienes alguna duda o requieres de ayuda adicional por favor contacta con Gestión Financiera a través del PBX. 312 4000 EXT 1016 – 1007