Los feminismos y el cuidado de la vida de los hombres
Autor: Lucy Nieto Betancurt
- septiembre 9, 2022
Muchas personas suelen pensar que el feminismo es una oposición de las mujeres a los hombres. Por ello, muches acostumbrades a solamente contemplar binarismos creen que se trata de estar en un polo u otro y, para evitar pensar otras posibilidades declaran: “ni feminismo, ni machismo”. A partir de esa idea equivocada, se han
desestimado las posibilidades que el feminismo nos permite al interrogar por las formas en que la organización patriarcal de nuestras sociedades, han dado lugar a manifestaciones de sufrimiento social e individual.
Otro de los aspectos que ha fundamentado esta ignorancia acerca de la importancia de pensar en clave de género, es asumir que esta reflexión se ocupa única y exclusivamente de defender y cuidar de las mujeres. Desconociendo que muchos hombres y las formas en que despliegan su masculinidad se ven oprimidas,
subordinadas por la masculinidad hegemónica. (De Keijzer, 2003; Figueroa-Perea, 2015).
Una de estas formas de sufrimiento se hace evidente en lo que respecta al cuidado de la vida de los hombres. En el caso del suicidio y la salud mental se reconoce por ejemplo la paradoja de Canetto. Indica que la muerte de los hombres por suicidio es más alta debido a la letalidad de sus intentos puesto que sobrevivir a un intento de suicidio se encuentra, a nivel social, como algo carente de masculinidad. A esto se suma el que a las mujeres se les facilite manifestar más precisamente sus situaciones de salud y que los hombres están menos acostumbrados a manifestar sus sentimientos y específicamente las ideaciones suicidas, lo que les pone en desventaja a la hora de recibir ayuda.
Se ha identificado en los últimos diez años una importante concentración en hombres, viejos, campesinos entre los perfiles más iterativos de muertes por suicidio. Sin incorporar la perspectiva de género estas características describen uncuerpo con órganos genitales masculinos, con una cantidad de años y en un lugar – el campo-. Anteponiendo la vida, incluyendo la perspectiva de género que nos ha aportado los debates feministas, esto nos implica pensar el modo de vida y con ello reconocer las relaciones que dieron forma a esa vida, entre las cuales por supuesto están los roles de género. Lo cual lleva a preguntarse por las masculinidades en la vejez campesina.
Para responder con adecuación al compromiso de cuidar todas las vidas y entre ellas las de los hombres, viejos, campesinos es preciso prestar atención y encarar los asuntos de género, abrazar los feminismos para ampliar nuestra comprensión del cuidado y dar lugar a masculinidades que se permitan el cuidado de otros y el cuidado de sí.
* Docente Universidad Católica de Pereira