La movilidad de motocicletas:álgido componente de Salud Pública
Autor: Armando Gil Ospina
- octubre 13, 2017
A raíz de los sentimientos de conmiseración y empatía por las personas víctimas de la creciente accidentalidad en la Región, especialmente aquellas que se movilizan en motocicletas y que hoy representa un saldo inverosímil de muertos, heridos y lesionados, me atrevo a compartir mí sentida preocupación y algunas cifras alrededor de este fenómeno social.
Según el DANE, el total de muertes en accidentes de motocicletas en Risaralda en 2015 fue de 66. En 2016, las muertes por accidentes de transporte en general ascendieron a 156, de las cuales 64 fueron por motocicletas. Además, el número de lesiones por accidentes de motocicletas correspondió a 1.398.
En la encuesta de Pereira Cómo Vamos de 2016, el 21.2% respondió que se movilizaba en moto, frente al 14.9% del 2015. Asimismo, el número de motos por cada mil habitantes en Pereira durante el período 2013-2016, se incrementó un 33.6%.
Este modo de transporte se caracteriza por su uso formal e informal y el alto grado de exposición vulnerable de sus ocupantes; por tanto, es uno de los medios de transporte con mayores índices de riesgo y representa un creciente número de vehículos.
Esta situación no es solo en Pereira. En el ámbito nacional, entre enero y abril de 2017 se registraron 1.920 personas fallecidas y 9.877 lesionadas en accidentes de tránsito.
Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, se registran en promedio diariamente 16 fallecidos y 82 lesionados, el 45.6% de los fallecidos y el 57% de los lesionados, eran usuarios de motocicleta.
Si las autoridades competentes implementan medidas de control y regulación en el marco del Plan de Movilidad y la legislación correspondiente: pico y placa, día sin carro, instrumentos de planeación y actividades pedagógicas, ¿qué más deben hacer las autoridades para reducir los altos índices de accidentalidad y víctimas fatales en la Región?, ¿qué estrategias se requieren para mejorar el comportamiento de conductores y peatones?. Es urgente salvar las vidas humanas que se dilapidan.
*Director del Programa de Economía de la Universidad Católica de Pereira