La inteligencia artificial: un desafío ético
Autor: Johanna García Ruiz
- septiembre 27, 2024
Carlos Scolari, importante teórico argentino advirtió sobre la profunda disrupción que la inteligencia artificial (IA) está provocando en nuestras sociedades. “Las tecnologías nos modelan”, afirmó Scolari, resaltando que la IA, al igual que tecnologías anteriores como el desktop publishing (DTP), no solo transforma los procesos de producción, sino también nuestra manera de percibir y entender el mundo.
Scolari subrayó la importancia de entender la inteligencia artificial como más que una simple herramienta. “Las inteligencias artificiales no son un simple ‘tool’ como cualquier medio, modelan nuestra manera de percibir, pensar y darle sentido al mundo”, indicó. Esta afirmación cobra especial relevancia en un contexto donde la
IA no solo facilita la creación de contenidos, sino que también amenaza con mercantilizar aspectos fundamentales de la experiencia humana, convirtiendo datos personales en mercancías, como lo alerta la escritora Shoshana Zuboff en su obra La era del capitalismo de vigilancia.
La mercantilización de los datos personales anotada por Zuboff se conecta directamente con las preocupaciones de Scolari. Ambos coinciden en que la tecnología, si bien poderosa y transformadora, puede convertirse en un arma de doble filo si no se maneja con la debida responsabilidad. Las aplicaciones de IA que hoy en día crean música, textos, gráficos y videos, entre otros, son también sistemas que recopilan vastas cantidades de información personal, alimentando un sistema económico que prioriza el control y la vigilancia sobre la libertad y la autenticidad humana.
“El reto no es simplemente integrar la IA en nuestras vidas, sino hacerlo de manera transparente y ética”, señaló Scolari, destacando la necesidad de un uso consciente y responsable de estas herramientas en la educación y las profesiones. En este sentido, es crucial que tanto educadores como profesionales reconozcamos el uso de la IA, evitando su ocultamiento y promoviendo un diálogo crítico que permita a la sociedad adaptarse a los cambios de manera equitativa.
Como se predijo en el cuento El gran gramatizador automático de Roald Dahl, hay una inmensa tensión entre la eficiencia tecnológica y la preservación de nuestra creatividad y humanidad. Sí, hay incertidumbre pero se debe abordar la inteligencia artificial con una mirada crítica y consciente. El desafío que enfrentamos hoy es doble: aprovechar las inmensas capacidades de la IA y, al mismo tiempo, fortalecer nuestra humanidad y los valores éticos frente a su creciente influencia. Solo así podremos integrar esta tecnología de manera ética y responsable, manteniendo siempre en el centro de nuestras decisiones los principios que nos definen como seres humanos.
*Docente Universidad Católica de Pereira.