El monstruo en casa
Autor: Catalina Ramírez Aristizábal
- abril 25, 2025
(Contiene spoilers)
El lanzamiento de la serie Adolescencia en Netflix ha generado un gran revuelo a nivel mundial. Dicha serie muestra desde el primer episodio la detención de un adolescente de 13 años por ser sospechoso del asesinato de una chica de la misma edad. Y desde ese mismo capítulo se confirma que el chico es el asesino. Entonces, ¿de qué se trata el resto de la serie?, los capítulos siguientes están dedicados a entender los motivos que llevan a una persona tan joven a asesinar otra persona igual de joven.
Y es acá donde la serie se vuelve mucho más interesante, pues a pesar de que la adolescencia ha sido siempre una de las etapas más difícil en la vida de cualquier persona, en la época actual hay elementos que complejizan mucho más dicha etapa. Uno de ellos es el acceso ubicuo y permanente a las llamadas redes sociales.
Dichos espacios presentan grandes peligros para nuestros jóvenes. Por ejemplo, son espacios en los que los influencers promueven estilos de vida poco realistas, especialmente en temas tan importantes como la salud. Esta representación distorsionada lleva a los jóvenes a perseguir estándares corporales irreales, lo que los impulsa a seguir rutinas de ejercicio y dietas que, en muchos casos, pueden resultar perjudiciales para su bienestar físico. Hay estudios que indican que el 85% de la información de salud presentada en redes sociales, es falsa, engañosa o sin soporte científico.
Otro gran peligro que acecha a los jóvenes en las redes sociales es el matoneo o bullying. Aunque el bullying no es una problemática nueva, si ha sido exacerbada por las redes sociales como lo muestra la serie. Antes los chicos que sufrían de bullying en sus entornos educativos, tenían un espacio seguro en sus hogares. Sin embargo, ahora debido a las redes sociales el matoneo se ha vuelto permanente, lo que por su vez a llevado a escenas de violencia en las instituciones educativas que lastimosamente suceden la vida real y no solo en la serie de Netflix.
¿Y qué podemos hacer los padres y educadores?, hay propuestas radicales como la de la legislación australiana la cual prohíbe el uso de redes sociales para los menores de 16 años. Sin embargo, personalmente considero que el problema no es nunca la tecnología si no el uso que los seres humanos hacemos de ella. Por esto, en mi opinión una forma de mitigar este riesgo es el diálogo abierto y permanente con nuestros jóvenes donde se identifiquen las problemáticas que pueden generar estas tecnologías y que ellos planteen cual sería un uso adecuado de las mismas.


