TUYO ES EL TIEMPO, ¡OH CRISTO!
Pocas horas nos separan para terminar este año que Dios en su infinita bondad nos ha regalado, seguramente con muchas experiencias, unas muy satisfactorias otras no tanto, pero cualquiera que haya sido nuestra vivencia personal, familiar y social, debemos levantar nuestras manos al creador de todo y darle muchas gracias.